Nuestros cuerpos tienen el extraordinario poder de hacernos sentir cuando hay peligro y, a menudo, lo hacen sin que tengamos que pensar en ello. Nos damos cuenta claramente cuando aparece una enfermedad que impide nuestro funcionamiento normal. Como enfermera que trabaja en el ámbito hospitalario, los cambios que experimentan las personas suelen controlarse con medicamentos.
¿Alguna vez has sentido algo en tu cuerpo que no encaja en las cinco categorías habituales? Es fascinante observar que nuestro cuerpo tiene más de veinte sentidos internos y externos. Estas increíbles funciones sensoriales logran mantenernos seguros y conectados con el mundo que nos rodea. Sin entrar en las profundidades científicas de cómo funcionan nuestros receptores sensoriales, explorar con una mente curiosa puede ayudarnos a descubrir las maravillas que encierran.
Todos hemos experimentado dolor en nuestras vidas, ya sea a nivel de la piel, en lo profundo de los músculos, los órganos o emocionalmente. Cada uno de estos dolores tiene propiedades especiales que pueden detenernos en seco cuando se desencadenan. Cuando se activa la respuesta al dolor, podemos elegir qué hacer con ella. Como enfermera, me adhiero a la definición de dolor como "el dolor es lo que la persona que lo experimenta dice que es, y ocurre cuando dice que ocurre". Se exploran la provocación, la calidad, la radiación, la gravedad y el momento del dolor.
El otro sentido que reconocemos como importante es el de la temperatura. Nuestro cuerpo identifica el calor y el frío y cuenta con procesos incorporados para permitir que el calor escape o lo retenga. Este es otro proceso de protección.
También tenemos receptores mecánicos que detectan la posición de nuestro cuerpo, el equilibrio y el estiramiento muscular. Son complejidades que no tenemos que analizar. No tenemos que pensar en la posición de nuestras articulaciones en el espacio. Hay una estructura y una función organizadas y alineadas dentro de nuestro cuerpo.
También podríamos explorar los receptores internos como la presión arterial, el contenido de oxígeno en la sangre, el estiramiento de la vejiga, el estómago lleno y la inflación de los pulmones. Todos sentidos en los que tenemos la suerte de no tener que pensar, reconociendo lo maravilloso que es realmente nuestro cuerpo.
Entonces, ¿qué sucede cuando aparece una enfermedad o los medicamentos interfieren con el funcionamiento natural de estos sentidos? Nos desalineamos con nuestro cuerpo y nuestros sentidos internos pueden embotar o deteriorarse. Se necesita práctica para mantenerse en contacto con estos sentidos más allá de los cinco. Dedicar tiempo a activar los sentidos y observarlos a través de la meditación puede ayudarle a vivir en armonía con ellos.
Christie es una dinámica profesional del bienestar. Como fundadora de Wellness Haven and Health, Christie ofrece un enfoque circular del bienestar con propuestas que honran los siete principios del bienestar: emocional, ambiental, mental, ocupacional, físico, relacional y espiritual. Christie es coach de habilidades para la vida, coach de felicidad, facilitadora de trabajo de respiración y esteticista médica. Christie está acompañada por su hija, Abigail, que ofrece servicios de organización y limpieza del hogar. En Wellness Haven and Health alentamos y apoyamos a otras personas en su camino hacia el bienestar.
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