Hoy vi esta cita del increíble Brendon Burchard en Instagram que me encantó, me resonó mucho y me sentí llamado a compartir:
"Cuando estás en pleno poder, no eres un quejoso".
¡Oh, amiga! Esto me hizo pensar mucho en los días en los que solía BAÑARME en una mentalidad de víctima . ¿Alguna vez te pasó? Tal vez pienses: "Estoy en esa situación ahora mismo y todo apesta" . Si es así, no estás sola, ¡pero definitivamente deberías seguir leyendo!
Una mentalidad de víctima se refiere a un estado mental en el que una persona se siente impotente y como si el mundo estuviera en su contra.
Estaba muy metida en esto. Tan metida que me sentaba en mi pequeña fiesta de autocompasión y culpaba a esto, aquello y todas las cosas por las que mi vida no iba como había planeado. Como puedes imaginar, lo único que surgió de esos días fue más fricción y frustración. Luego, recibí asesoramiento, hice un trabajo personal y aprendí a cambiar esa mentalidad por una que me empoderara. Fue entonces cuando las cosas se abrieron y todo empezó a funcionar A mi favor.
Aquí hay 6 cosas importantes que aprendí y que me ayudaron a hacer el cambio... y un poco más abajo , un recurso que te encantará si también sientes la necesidad de entrar en un estado más empoderado.
1. Ser víctima es un HÁBITO APRENDIDO con el que la mayoría de nosotros crecemos.
2. Hay muchas maneras de ser víctima, y si lo hacemos en un área de nuestra vida, es probable que lo hagamos en otras.
3. Liberarse de la mentalidad de víctima requiere trabajo y un cambio de actitud, pero ciertamente es posible.
4. Ser víctima no es nuestra forma natural de ser. No es abundante, ni vivificante, ni gratuito.
5. La mentalidad de víctima es algo que aceptamos para nosotros mismos y podemos decidir vivir con un estándar más alto.
6. Mientras lo aceptemos, habrá quienes acepten que también somos víctimas y fortalezcan nuestra mentalidad de víctima junto con nosotros.
El problema es que, si nos sentimos cómodos con la mentalidad de víctima, la utilizaremos de muchas maneras en lo que respecta a nuestro bienestar físico, mental y emocional. Se convierte en una muleta que, en realidad, obstaculiza nuestro crecimiento.
La buena noticia es que superarlo y entrar en un estado de empoderamiento le servirá a usted, a sus relaciones, a su salud y a su negocio MUCHO más.
Ah, y ese recurso que te prometí: uno de mis textos favoritos del Dr. Wayne Dyer, que ofrece una manera sencilla de empezar a desvictimizarte. Tómate 5 minutos para escucharlo y siente una libertad instantánea: El arte de encogerse de hombros.
En Felicidad y Salud,
Natalie Colalillo
Fundadora y directora ejecutiva de Happy Healthy Women
Instagram: @feliz_saludable_nat
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