En una época con tanta incertidumbre, ¿cómo mantener la calma y no reaccionar ante las situaciones turbulentas que parecen surgir en el mundo todos los días?
¿Cómo evitar la respuesta de “lucha o huida” en el cuerpo cuando determinadas circunstancias podrían provocar ansiedad?
Cuando sientes que nada sale como esperabas, ¿culpas rápidamente a los demás?
Cuando parece que fuerzas externas están bloqueando tu camino, ¿te rindes y piensas: “No tengo lo que se necesita para triunfar”? Ya sea en el trabajo, en tus relaciones o incluso ante los problemas cotidianos, ¿cuál es tu reacción típica ante las situaciones adversas? ¿Pasas inmediatamente por la sensación de “Uf, ¿por qué a mí?” o te detienes y piensas: “¿Qué está tratando de decirme mi vida en este momento?” o “¿Qué está tratando de decirme mi cuerpo en este momento?”
La forma en que reaccionamos ante las cosas difíciles que nos han sucedido o que suceden a nuestro alrededor puede marcar la diferencia entre una vida de ira, ansiedad, depresión y desesperación o una vida de alegría, paz, tranquilidad y esperanza. Especialmente en tiempos de incertidumbre, las fuerzas que nos rodean parecen estar fuera de nuestro control y el miedo puede frenarnos. En última instancia, no son las circunstancias políticas o personales impredecibles que nos rodean las que determinan si reaccionamos con miedo o con paz y esperanza. En cambio, debemos aceptar la realidad de que los acontecimientos externos no están bajo nuestro control; lo único que podemos controlar es nuestra respuesta a esos acontecimientos externos.
La perspectiva que tengamos del cambio y la incertidumbre que lo acompaña determinarán si lo vemos de forma positiva o negativa. De la incertidumbre pueden surgir grandes cosas, como el próximo descubrimiento, la siguiente comprensión o la siguiente revelación importante.
Con el cambio llega la renovación, que vemos en la naturaleza cada primavera, cada amanecer y cada nuevo nacimiento. Todo depende de cómo elijamos relacionarnos con la incertidumbre, que no es más que el flujo constante de nuevos acontecimientos y desafíos de la vida. Lo que puede permitirte aceptar la incertidumbre es convertirla en una fuente de esperanza, fortaleza y optimismo.
Tener esperanza nos permite depositar nuestra confianza en la creencia de que con un gran cambio surgen nuevas posibilidades y oportunidades. “Un pesimista ve dificultades en cada oportunidad, un optimista ve oportunidades en cada dificultad”, dijo Winston Churchill. Siempre hay algo valioso que se puede sacar de la dificultad, la adversidad o el cambio. Sin esta fuerza interior de esperanza, nos vemos obligados a sufrir crisis y tiempos de incertidumbre con dudas y miedo, lo que nos deja con una sensación de debilidad y temor. Esto no se debe a fuerzas externas que escapan a nuestro control, sino a las dudas que surgen de estar desconectados de nuestro verdadero yo.
Cuando estás desconectado de tu verdadera naturaleza, el miedo y la duda te hacen sentir impotente e inseguro. Cuando dudas de ti mismo, no puedes confiar en nadie ni en nada. Las personas que han sido heridas por el fracaso en su carrera, sus finanzas o sus relaciones personales, generalmente creen que las circunstancias externas son las culpables de cómo se sienten o de lo que sucedió. Sienten que la vida es injusta y que no se puede confiar en los demás. Con esa mentalidad, ya has entregado tu poder a la "cosa de ahí afuera" que derrotó tus esperanzas.
Estar tranquilo sin saber qué hacer o cómo reaccionar es crucial para que las respuestas lleguen a ti. Cuando estás insatisfecho en un estado de inestabilidad, no puedes escuchar los mensajes guía de tu ser superior. Tus sentimientos de miedo, preocupación e incertidumbre son en realidad la forma que tiene tu espíritu de susurrar: “Estoy en un estado de cambio. Algo está desequilibrado aquí”. Sentir ansiedad o estrés es la forma que tiene tu cuerpo de decirte que lo que sucede a tu alrededor no está en sintonía con tu ser superior. Esto es tu cuerpo enviándote señales para que tomes medidas para realinearte con tu verdadera naturaleza.
El estado natural de tu espíritu interior es la alegría, el amor y la paz. Cuando perdemos el contacto con nuestro espíritu es cuando podemos empezar a sentir emociones negativas, tener dudas y no estar seguros de qué hacer. Cuando no sabes qué hacer, ese es el momento de aquietarte. La meditación es una práctica que puede ayudarte a centrarte y abrirte al Espíritu. Eckhart Tolle dice que esperes un mensaje guía de tu yo superior. Si despejas el espacio y permites que llegue a ti, puedes reconectarte con la paz de tu espíritu interior. Practicar la atención plena en cualquier momento del día en el que las emociones negativas parezcan estar apoderándose de ti puede permitirte tomar unas cuantas respiraciones largas y profundas y volver a cero en tan solo unos minutos. Al centrarte y "estar en el ahora", puedes conectarte con tu verdadero yo que, una vez seguro y arraigado, no se conmueve ante las fluctuaciones de tu entorno.
Especialmente en tiempos de inestabilidad, es vital que nos mantengamos firmes en la visión del cambio como fuente de esperanza, creatividad y renovación. En lugar de abordar la incertidumbre con miedo, preocupación y pesimismo, trate de cambiar su mentalidad para aceptar las nuevas posibilidades que puedan surgir; tener una respuesta segura y flexible al cambio (comprendiendo que el cambio es inevitable y una parte natural de toda la vida); y encontrar soluciones cuando los problemas y obstáculos bloquean el camino (sabiendo que tiene lo necesario dentro de usted para estar a la altura del desafío en cuestión). Tómese el tiempo para participar en actividades que sepa que lo harán sentir tranquilo y en paz, como estar al aire libre. La Madre Naturaleza tiene una manera de ser que inexplicablemente nos conecta con la tierra y nos hace sentir en paz con solo estar afuera o incluso junto a una ventana.
El ejercicio también es una forma segura de liberar endorfinas de la felicidad en el cuerpo, lo que ayuda a aliviar el estrés, evitar la ansiedad y la depresión y mejorar el sueño. Por último, escuchar música, ser creativo (como pintar o escribir poesía) o leer libros pueden ser el escape que necesitas para reconectarte con el lugar feliz que hay en tu interior. Elegir estas respuestas positivas no depende de tener atributos específicos, buena suerte o un horario libre. Son habilidades de concienciación que, con la práctica constante, puedes desarrollar hasta que se conviertan en parte de quién eres y de cómo vives tu vida.
Al cambiar nuestra mentalidad, practicar la meditación y permanecer en calma, y permanecer conectados con nuestro espíritu (nuestra verdadera naturaleza), el miedo no nos afecta y, en cambio, nos unimos al amor, la esperanza, la alegría, la paz y la Fuente de la vida infinita. Sabemos que la vida se está desarrollando exactamente como debe hacerlo y podemos confiar en nuestro verdadero ser en todo momento para permanecer arraigados en la esperanza, la paz y la felicidad.
Teresa Greco es coach de vida y presentadora de un programa semanal de televisión por Internet llamado “The Steps to Happiness Show With Teresa Greco”. Es educadora y consultora de tecnologías educativas con una maestría de Toronto, Ontario, Canadá.
Teresa es autora de tres libros superventas y editora y redactora principal de dos revistas canadienses de estilo de vida. Como coach y maestra de reiki, da charlas en público, imparte talleres y asesora a otras personas sobre cómo aceptar, honrar, amar y celebrar su verdadero yo auténtico y alcanzar su propia felicidad y realización personal.
Puedes seguir a Teresa en su página de Instagram @teresagreco_stepstohappiness y en su página de Facebook, Pasos hacia la Felicidad con Teresa Greco.
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