Dirigir una empresa con éxito es un poco como resolver un rompecabezas, y comprender el derecho empresarial es una pieza importante de ese rompecabezas. Sin embargo, existen algunos mitos que pueden llevar a los empresarios por el camino equivocado. Desvelemos la verdad detrás de cinco conceptos erróneos comunes sobre el derecho empresarial.
Ley canadiense.
MITO 1: Una vez que se registra un nombre comercial, está protegido en todo el país
Muchos empresarios creen que, una vez que han registrado su nombre comercial, nadie más en Canadá puede usarlo. Esto no es del todo cierto. Registrar un nombre comercial a nivel provincial, por ejemplo, en Ontario, solo protege el nombre en esa provincia. Para proteger un nombre comercial a nivel nacional, es necesario optar por la constitución de una sociedad federal o, para obtener la máxima protección, registrar una marca comercial.
Imagínese lo siguiente: Sophia registra el nombre de su empresa "S. Accounting Success Strategies" en Ontario. Más tarde descubre otra empresa con el mismo nombre en Alberta. Sophia se entera de que el registro provincial solo protege el nombre de su empresa en Ontario. Para obtener protección a nivel nacional, necesita constituirse como empresa a nivel federal o registrar una marca registrada.
MITO 2: La constitución de una sociedad es la mejor estructura para todas las empresas
La constitución de una sociedad puede ser una excelente opción, con beneficios como responsabilidad limitada y ventajas fiscales. Pero no es una solución universal para todas las empresas. A veces, ser un propietario único o formar una sociedad puede ser más ventajoso, especialmente para las pequeñas empresas. Todo depende de las necesidades específicas de su empresa y de sus planes a largo plazo.
Sophia constituyó su empresa desde el principio. Después de un año, observa que sus gastos comerciales superaron los ingresos de su empresa en $20,000 durante ese año fiscal. Sophia se enteró de que si hubiera estructurado su empresa como una empresa unipersonal o una sociedad, podría haber deducido la pérdida comercial de sus ingresos personales de otras fuentes, lo que podría haber ahorrado una cantidad significativa en impuestos.
MITO 3: La constitución de una sociedad protege los activos personales de manera incondicional
La constitución de una sociedad puede actuar como escudo para sus activos personales frente a las deudas o responsabilidades de la empresa, pero recuerde que este escudo no es invencible. En situaciones en las que se trate de garantías personales para préstamos comerciales o en casos de responsabilidad de directores, sus activos personales podrían seguir siendo vulnerables.
Por ejemplo, Sophia protege su casa de 500.000 dólares mediante la constitución de una sociedad anónima. Sin embargo, un préstamo empresarial requiere su firma, lo que la hace personalmente responsable. Si no paga el préstamo, pone en peligro su casa. ¿Por qué? Porque al firmar una garantía personal asume la responsabilidad personal por una deuda corporativa. Si no paga, los acreedores irán a buscar sus bienes personales.
MITO 4: Los contratos verbales no son legalmente vinculantes
Contrariamente a la creencia popular, en Canadá un apretón de manos o un acuerdo verbal pueden ser jurídicamente vinculantes, siempre que contengan los elementos básicos de un contrato: oferta, aceptación, contraprestación y la intención de crear relaciones jurídicas. Pero recuerde que demostrarlos puede ser tan complicado como clavar gelatina en una pared, por lo que siempre se recomiendan los contratos escritos.
Imagínese que Sophia acepta verbalmente con un local organizar un seminario por 2.000 dólares, pero el local hace dos reservas y cancela el evento. Sophia pierde ganancias potenciales de 10.000 dólares por la venta de entradas. Sophia aprende por las malas que, si bien los contratos verbales pueden tener validez legal, demostrar que se cumplen puede ser un verdadero desafío.
MITO 5: Las empresas no pueden ser demandadas una vez que han cesado sus operaciones
Es un error muy común creer que las empresas se vuelven invulnerables a las demandas una vez que cierran sus puertas. Pero no es así. Según la legislación canadiense, las empresas y sus directores pueden seguir siendo responsables de los problemas que surgieron mientras la empresa estaba en funcionamiento. Cerrar la empresa con cuidado, cumplir con las obligaciones y abordar los posibles problemas legales antes del cierre puede ayudar a reducir el riesgo de responsabilidad posterior al cierre.
Sophia decide cerrar su negocio y liquidar todos sus activos. Utiliza el dinero recaudado para pagar a sus acreedores y a sí misma. Pero un acreedor la demanda alegando que Sophia todavía debe dinero. Sophia se entera de que, aunque su negocio ya no está en funcionamiento, aún puede ser considerada responsable de las deudas contraídas mientras estaba en funcionamiento.
Estos son solo algunos de los muchos mitos que enturbian la comprensión del derecho empresarial en Canadá. Como empresario, conocer sus derechos y obligaciones legales es tan importante como conocer a sus clientes. Y, en caso de duda, siempre es una buena idea hablar con un profesional legal para asegurarse de tomar decisiones informadas para su negocio.
Maryam es la fundadora y abogada principal de Venture House Legal. Entiende que los servicios legales son como el oxígeno para cualquier negocio. Por eso fundó Venture House Legal, que ofrece una gama de soluciones legales asequibles que incluyen servicios de tarifa plana, servicios en paquete y un programa de honorarios fraccionarios para abogados conocido como Start to 7. Con estos servicios, las empresas emergentes, las pequeñas empresas y los emprendedores pueden recibir asistencia legal de alta calidad sin tener que sacrificar la asequibilidad o la calidad.
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